Se encuentra usted aquí

Perspectiva teórica

Vivimos en una realidad compleja y cambiante. El espacio geográfico, nuestro objeto de estudio y enseñanza, es pluriescalar y en permanente construcción. Desde las dinámicas globales el espacio excluye, expulsa, fragmenta, segrega. Como contrapunto, el espacio también es el lugar desde donde se tejen las solidaridades y las resistencias.

Desde este proyecto se asume que la Geografía escolar debe propiciar la comprensión del espacio geográfico en su concreción y con sus contradicciones. Hoy insistimos con fuerza en la necesidad de problematizar la realidad, hacer evidentes los conflictos, develar las contradicciones, las diversas lógicas e intereses que se ponen en juego, como paso previo para imaginar otras lógicas y alternativas.
 
Los enfoques disciplinares que permiten una enseñanza de la Geografía coherente con las finalidades actuales son la Geografía radical y la Geografía humanista. La primera, en sus diversas vertientes –marxista, estructuralista, existencialista –, ubica claramente a la disciplina en el conjunto de las ciencias sociales; produce un cambio conceptual relevante al considerar al espacio como un producto social, es decir, como el resultado de las diversas acciones de las personas, las diferentes relaciones de poder y los conflictos siempre presentes en las sociedades. El espacio así entendido no sólo se describe y se explica sino que también, deber ser transformado ya que en él se materializan las diferencias, tensiones y conflictos sociales.
 
La perspectiva humanista revaloriza la subjetividad de los sujetos y rescata los espacios vividos. Los aportes de esta corriente son de gran interés para comprender por ejemplo, el uso social de los espacios urbanos, la percepción de los riesgos naturales y la construcción de los mapas mentales.

Es necesario buscar otras perspectivas disciplinares y estrategias de enseñanza que permitan a lxs estudiantes comprender, contextualizar y explicar nuevos fenómenos, a la vez que puedan imaginar otras realidades posibles. En este sentido subrayamos la importancia de un abordaje problematizador de los contenidos geográficos, que permita reconocer el entramado de intereses y racionalidades en juego. Para un abordaje de este tipo, consideramos importantes los siguientes aspectos:

-Tener en consideración la dimensión política ya que no resulta posible abordar problemáticas geográficas desde una postura ideológicamente neutral.

-Hay que tener en cuenta la dimensión humanista, siempre intervienen aspectos morales, sociales y éticos.

-Se deberán estudiar los procesos históricos, es decir, las relaciones históricas que mantuvo y mantiene la sociedad con la naturaleza y los modelos económicos que guiaron y guían las decisiones.
 
-Es fundamental trabajar en la identificación y el análisis de los roles que desempeñan diversos actores sociales que participan cada problemática y conflicto: responsables, damnifcadxs, el Estado y el gobierno en todos sus niveles de decisión, ONGs, movimientos sociales, entre otros.
 
-Cada vez que se planifque una propuesta educativa es necesario indagar los conocimientos previos de los estudiantes, sus representaciones y valores.

-El estudio de caso es una estrategia privilegiada para el abordaje de problemáticas geográficas. Los buenos casos permiten abordar, comprender y explicar en profundidad situaciones complejas, además de facilitar la selección y organización de contenidos. Selma Wassermann (1994) dice que los buenos casos se construyen en torno a problemas de la realidad que se presentan a personas reales. En general, los buenos casos son los que plantean conflictos, diversos puntos de vista, intereses contrapuestos entre grupos sociales, dan cuenta de la desigualdad en el acceso a los recursos, exponen relaciones asimétricas de poder, propician diversos tipos de aprendizajes, invitan a la reflexión, al debate, a la toma de posiciones y a la búsqueda de información complementaria.
 
En tiempos difíciles, vale la pena recordar lo que dice Bernadette Mérenne-Schoumaker (2006:642), acerca de la importancia de tener no sólo herramientas teóricas y didácticas para afrontar el desafío de enseñar a partir de problemas geográficos, sino que “lo esencial sigue siendo conservar el placer de enseñar y el placer de ayudar a que los demás aprendan”.
 
Bibliografía  (los textos citados están disponibles para su descarga y consulta)

 
Mérenne-Schoumaker, B. (2006) “La enseñanza de la Geografía” en D. Hiernaux y A. Lindón (dir.) Tratado de Geografía Humana. México UAM: Antrophos.
 
Wasserman, S. (1999) El estudio de casos como método de enseñanza. Buenos Aires: Amorrortu editores.

Zenobi, V (2009) Las tradiciones de la Geografía y su relación con la enseñanza. Tradiciones disciplinares y Geografía escolar. En M. Insaurralde (coord.) (2009) Ciencias Sociales. Líneas de acción didáctica y perspectivas epistemológicas. Buenos Aires: NOVEDUC.
 
Zenobi, V.(2016) “Una Geografía para comprender y explicar el mundo actual” En:Revista Quehacer Educativo N° 137.Junio 2016. Revista de la Federación Uruguaya del Magisterio. Montevideo. ISSN 1510-0367.